Cirugía robótica: Esperanza para el cáncer de riñón

 
CEMTRO-38 copia

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La extirpación del tumor puede realizarse preservando el riñón sano, según Fernando Gómez Sancha, director del ICUA de Clínica Cemtro
El cáncer renal es uno los diagnósticos oncológicos más mortíferos, al que el tratamiento quirúrgico ha comenzado a ganar la batalla, una vez  demostrada su resistencia a terapias convencionales como la quimioterapia o la radioterapia.
Lo explica Fernando Gómez Sancha, pionero en la introducción en España de la cirugía robótica y referencia internacional en el tratamiento del cáncer urológico. Para el cirujano, el Da Vinci XI, el robot con el interviene en Clínica Cemtro , junto a las nuevas estrategias biológicas en el tratamiento han abierto nuevos caminos de investigación para los expertos y de esperanza para los enfermos.

En este sentido, el cáncer renal, a pesar de su menor incidencia en la población, un 3%, presenta menor nivel de supervivencia: Del  62% a los 5 años en tumores de alto riesgo y 92% en tumores de bajo riesgo. Cuando se detecta ya con afectación de ganglios linfáticos estos porcentajes bajan a 41 y 8% respectivamente.
En la lucha contra estas cifras,  el robot Da Vinci XI presenta dos ventajas fundamentales. La primera, una mayor éxito en la extirpación del tumor sin sacrificar el riñón sano. La segunda una mejor preservación de la función renal. La unión de ambas se traduce en más éxito en la curación total en quirófano.
Hace especial incidencia, además, el director del ICUA, en la capacidad de la cirugía robótica para tratar tumores más profundos; tumores en el hilio renal (situados junto a los vasos sanguíneos principales del riñón), los que invaden la vía excretora, los de mayor tamaño y tumores múltiples en la población con enfermedad renal hereditaria.
Tras la extirpación del tumor, el Robot Da Vinci permite al urólogo reconstruir el riñón en un tiempo récord –a veces tan solo 5 minutos – , disminuyendo el tiempo de clampaje arterial (maniobra que consiste en la compresión de las arterias) y el tiempo en el que el riñón está sometido a falta de riego y ausencia de oxígeno. En definitiva, remarca Fernando Gómez Sancha , la cirugía robótica preserva mucho mejor la función renal durante la intervención que cualquier otra técnica quirúrgica, evitando complicaciones.
Nos encontramos ante una superespecialización. Para la realización de una nefrectomía robótica es preciso tener un conocimiento muy profundo de las características del tumor y su relación con los vasos sanguíneos renales, la vía excretora de orina y las estructuras anatómicas circundantes. Por ello es preciso llevar a cabo
pruebas de imagen que incluyen tomografía computerizada abdominal (CT o TAC) y estudios de resonancia magnética (RMN). En muchos casos, es necesario realizar una reconstrucción 3D del riñón y el tumor para tener un conocimiento exhaustivo de la presencia del tumor en los vasos sanguíneos y linfáticos permitir una mejor planificación de la cirugía.
Cómo trabajan robot y cirujano
El robot es un instrumento sin autonomía, sólo obedece a los movimientos de las manos del cirujano a través de unos sofisticados mandos.
El especialista opera sentado en una consola que se sitúa a unos metros de distancia del paciente. Los instrumentos robóticos permiten realizar giros de 360º, con 7 grados de libertad, con una capacidad de movimiento muy superior a la de la mano humana.
Para el doctor Gómez Sancha, tres son las ventajas con las que se ha encontrado a la hora de intervenir mediante cirugía robótica.
De un lado, esa precisión que logran los brazos de Da Vinci, que incluso evita el temblor de la mano del hombre. Del otro, la visión tridimensional con hasta 10 aumentos y que permite visualizar al ojo humano la micro-anatomía de los tejidos, distinguiendo de forma relevante para la cirugía los detalles anatómicos. Y, por último, el hecho de estar sentado, que evita la fatiga y fomenta la concentración del especialista.
Con el sistema quirúrgico robótico Da Vinci, el  ICUA  se consolida como un centro de referencia de la cirugía robótica aplicada al cáncer urológico en Europa. Su director, el doctor Gómez Sancha, realizó por primera vez con éxito en 2014 en España, el mapeo prostático transperineal con fusión de imágenes (sistema Biopsee). Esta técnica, que combina imágenes de la resonancia magnética con la ecografía, mejora y afina el diagnóstico de los tumores de próstata.
El ICUA, en estrecha colaboración con la  Clínica Cemtro continua apostando por las técnicas quirúrgicas más avanzadas y ofreciendo a sus pacientes la mejor asistencia integral posible
Fernando Gómez Sancha
Jefe del Servicio de Urología de Clínica Cemtro
Socio Fundador del ICUA (Instituto de Cirugía Urológica Avanzada)
Cirujano pionero en la utilización de láser verde en el tratamiento de la hiperplasia prostática, y de la criocirugía y los ultrasonidos de alta intensidad en el tratamiento del cáncer de próstata.
Ha desarrollado la técnica de enucleación prostática con láser verde que permite operar con láser próstatas de gran tamaño, lo que está revolucionando los estándares de la cirugía de la hiperplasia de próstata.
Trabaja con el padre de la laparoscopia urológica, el Dr. Richard Gastón, en avances en cirugía robótica de próstata, riñón y vejiga.
Profesor internacional, ha operado y dado conferencias en hospitales de los cinco continentes.

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