Las actualizaciones del firmware traen muchas novedades a nuestros smartphones, mejoran el funcionamiento y vienen con más funciones que mejoran la experiencia de uso, además de solucionar posibles fallos del sistema. Sin embargo, a menudo sucede que son las propias actualizaciones las que traen los problemas a los equipos. Suele suceder más de lo deseado, pero es una situación bastante normal y la mayoría de plataformas suelen responder bastante rápido para cerrar esos fallos. En este caso le ha tocado el turno a Windows Phone, concretamente a dos equipos de la ya extinta división de móviles de Nokia. Hablamos de los Nokia Lumia 1020 y Nokia Lumia 925, dos equipos lanzados en verano de 2013 que recibieron hace poco la actualización a Windows Phone 8.1. Tras la instalación, muchos usuarios han experimentado bloqueos inesperados. Los terminales se apagan y es necesario reiniciarlos manualmente para poder seguir usándolos. Microsoft ha detectado la raíz del problema y han anunciado que la solución ya está en camino. Sigue leyendo